- La magnitud de la pobreza en Chile en 1987
- La situación de pobreza en Chile 1990-92
- La distribución de los ingresos
El estudio de la CEPAL se funda en encuestas del Instituto Nacional de Estadísticas y de la Caracterización Sozioeconómica Nacional (CASEN) a fines del ano 1987 y forma parte de una amplia investigación de la CEPAL sobre el tema en varias países de la región. Las cifras de 1970 fueron obtenidas en una encuesta de la CEPAL en el mismo ano.
Los resultados muestran un aumento de la población en pobreza: Para 1970 la estimación indicó 17% de familias por debajo de la linea de pobreza, es decir 20% de la población. 1987 el porcentaje de familias en pobreza alcanzó al 38.1% que comprenden 44.4% de la población. La población en situación de indigencia (no logran satisfacer las necesidades nutricionales con todos sus ingresos) llegó en 1987 al 13.5% de los hogares y al 16.8% de la población, un incremento de siete puntos procentuales con respecto a las cifras de 1970.
La magnitud de la pobreza medida en términos de las personas que pertenecen a las familias pobres e indigentes es más alta que la de los hogares. Eso es consecuencia del mayor número de personas por hogar en relación a los no pobres.
La distribución geográfica de la población pobre muestra gran diferencias entre zonas urbanas y zonas rurales: 42.5% de la población urbana y 52.1% de la población rural vivían en pobreza, entre ellos vivían en indigencia 16.1% de la población urbana y 19.8% de la población rural.
Hacia 1990 la situación de pobreza había cambiado: Eran más pobres que hace dos décadas pero con diferentes características: expectativas demográficas de vida más altas, más anos de escolaridad que sus padres, mejor acceso a agua, luz y alcantarillado, a los medios de comunicación de masas, a servicio de salud, menor número de hijos por mujer, menor tamano familiar.
La magnitud de la indigencia y pobreza en ingreso familiar tuvo una evolución positiva en la segunda mitad de los anos 80. Los recursos del Estado a programas sociales se redujeron entre 1987 y 1990 pero la mejoría en los ingresos de los hogares pobres corresponde a incrementos de los ingresos provenientes del trabajo. Esta tendencia continúa en 1990-92: El porcentaje de los hogares pobres se redujo de 38.1% en 1987 a 34.5% en 1990 y a 27.7% en 1992. Los hogares indigentes disminuyeron en mayor medida que los pobres no indigentes: de 13.5% en 1987 a 11.6% en 1990 y a 7.3% en 1992.
Un estudio de ODEPLAN se ocupa de la distribución de los ingresos: Al final de los anos 60 casi la mitad de la población activa (47%) contan con solamente 12% de todos los ingresos. 5% de la población activa tenían un tercio de los ingresos. Una investigación en Santiago al fin del régimen militar (1989) muestra una agravación de la situación: 40% de la población más pobre tenían 10.6% de los ingresos, mientras que 20% de los más ricos tenían 50% de los ingresos. Al otro lado la comparación del consumo privado muestra que 54.9% de los gastos tocan a 20% de los hogares más ricos, 12.6% a 40% de los más pobres.
Desde marzo 1990 el número de personas pobres se redujo de 5.3 millones a 4 millones, al fin del gobierno Aylwin cerca de 30% de la población chilena vivía en pobreza. La baja de la pobreza no es consecuencia de una política de redistribución encauzada sino del crecimiento económico. La distribución de los ingresos no se ha mejorado mucho: en 1992 los ingresos de los 20% de los hogares más ricos eran 55% de todos los ingresos, los de los 20% de los hogares más pobres 4.5%.
